martes, 14 de noviembre de 2017

27 TO A 2017

Domingo 27 del Tiempo Ordinario

Invocación al Espíritu Santo
Ven Espíritu Santo llena mis pensamientos con tu luz. Ayúdame a meditar este evangelio. Ayúdame a entender qué me quiere decir a mí Jesús con este evangelio. Quiero que estas palabras me sirvan para mejorar, para parecerme más a Jesús. Pon en mi corazón buenos propósitos. Amén.

Evangelio (Mt 21, 33-43)

En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo:
«Escuchad otra parábola: “Había un propietario que plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar, construyó una torre, la arrendó a unos labradores y se marchó lejos. Llegado el tiempo de los frutos, envió sus criados a los labradores para percibir los frutos que le correspondían. Pero los labradores, agarrando a los criados, apalearon a uno, mataron a otro y a otro lo apedrearon.
Envió de nuevo otros criados, más que la primera vez, e hicieron con ellos lo mismo. Por último, les mandó a su hijo diciéndose: ‘Tendrán respeto a mi hijo’.
Pero los labradores, al ver al hijo se dijeron: ‘Este es el heredero: venid, lo matamos y nos quedamos con su herencia’.
Y agarrándolo, lo sacaron fuera de la viña y lo mataron. Cuando vuelva el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?».
Le contestan:
«Hará morir de mala muerte a esos malvados y arrendará la viña a otros labradores que le entreguen los frutos a su tiempo».
Y Jesús les dice:
«No habéis leído nunca en la Escritura:
“La piedra que desecharon los arquitectos
es ahora la piedra angular.
Es el Señor quien lo ha hecho,
ha sido un milagro patente”
Por eso os digo que se os quitará a vosotros el reino de Dios y se dará a un pueblo que produzca sus frutos».

Preguntas para la oración:

Los que oyeron a Jesús supieron identificar los personajes de la parábola: el propietario de la viña, los labradores que, en vez de trabajar para el dueño, se rebelan y destruyen todo lo que tiene que ver con él: maltratan a los enviados del dueño, y al hijo del dueño lo asesinan por odio…? Identifícalos tú ahora.
¿También ahora hay gente que se burla, ridiculiza o persigue a los que sirven al Señor?

Jesús quiere hablarnos a nosotros ahora a través de esta parábola: ¿Me siento en deuda con mi Padre Dios que me lo ha dado todo? ¿Construyo mi vida, mi día, contando con Jesús, como si fuese la pieza más importante de mi vida, de mi día? ¿cómo puedo concretar en mi vida esa frase de Jesús: yo soy la piedra desechada por muchos arquitectos, pero que sigue siendo la piedra angular?

¿Soy consciente de que Dios a veces me habla directamente, pero otras “me manda” también a mí personas... que me ayudan de parte suya: a ser mejor cristiana, mejor hija de mis padres, mejor compañera, mejor estudiante? ¿las ignoro o las escucho con humildad?

Examen:

¿Rezo por los cristianos perseguidos?
¿Agradezco a Dios todo lo que me ha dado? ¿Le doy gracias con frecuencia, todos los días?
¿Sé que trabajo (estudio) para Él, que me esfuerzo por Él, que obedezco por Él, que vivo para Él? …  ¿o vivo para mí?
¿El tiempo que dedico a Dios cada día, cada semana, es el peor del día, de la semana? ¿Qué cosas suelo poner por delante de mi trato con Dios?
¿Procuro que la Misa sea el centro, lo más importante, de mis domingos?
¿Agradezco que me digan cosas en las que debo mejorar? ¿Procuro ponerlas por obra?

Oración

Señor, te doy gracias por todo lo que me has dado: por la vida, por mis padres, por mis hermanos… porque puedo ver, porque puedo estudiar… por la formación cristiana que he recibido. Quiero que en mi trabajo (estudio), en mi diversión, cuando estoy con mi familia... estés Tú, quiero estar en todo momento contigo. No quiero dejarte de lado, haga lo que haga.
Ayúdame a ponerte en el centro de mi alma, quiero que Tú seas lo más importante de mi vida: mi “piedra angular”.

Gracias por las personas que pones a mi lado para que me ayuden, a veces diciéndome lo que no hago bien. Perdóname por las veces que me he enfadado cuando me han intentado corregir. Con tu ayuda procuraré escucharles y poner por obra lo que me dicen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario